Concierto dramatizado, espectáculo poético-musical, fantasía lírica para soprano y actriz… son expresiones que podrían dar alguna idea sobre qué es Diálogos de Oro; pero no sería en verdad una idea exacta ni completa. Ciertamente, la original naturaleza de esta propuesta hace difícil su definición. Una originalidad que no nace como mera extravagancia creativa, sino que obedece al modesto pero meditado intento, creemos que interesante, de fundir la canción lírica y la poesía en una única obra que goce de armonía formal y que esté bien cohesionada desde el punto de vista conceptual y temático.
El asunto que abordamos en Diálogos de Oro es el amor, en muchas de sus vertientes y bajo distintos estados de ánimo. Y lo hemos abordado partiendo de la poesía del Prerrenacimiento, el Renacimiento y el Barroco. Hemos incluido autores y, por supuesto, autoras. Por más que la sociedad estuviese dominada y organizada por los hombres, y que, por este motivo, ellos hayan pasado más holgadamente a la posteridad, las mujeres escribieron mucho y muy bien sobre el amor, casi siempre con una perspectiva inconformista y reivindicativa que las hace hoy extraordinariamente modernas con respecto a ellos en muchos aspectos.
La dramaturgia se articula como una reflexión en torno al amor que dos personas, la Actriz y la Cantante, realimentándose mutuamente, comparten con el público en voz alta. En ese devenir de su pensamiento, determinado por la propia experiencia vital, saldrán a colación aspectos positivos y negativos de un sentimiento paradójico e inefable que, no obstante, ha resultado ser el mejor instrumento del ser humano para acariciar la felicidad, para dar sentido a su existencia e, incluso, en los casos de quienes así lo han pretendido, para explorar la divinidad.
Lope de Vega, Leonor de la Cueva y Silva, Gutierre de Cetina, Violante do Ceo, Jorge de Montemayor, Hernando de Acuña, Juan Ruiz de Alarcón, Catalina Clara Ramírez de Guzmán, Francisco de Quevedo, Teresa de Jesús, Cristóbal de Castillejo, María de Zayas, el marqués de Santillana, Garcilaso de la Vega, Marcia Belisarda, el conde de Villamediana, Juan Boscán y Juan de Anchieta –este en su doble condición de compositor y letrista- son los autores seleccionados. A todos prestan su voz, su alma y su enorme talento interpretativo Ruth González y Marta Poveda. Y muchos de ellos se enriquecen, claro está, con las partituras de Enrique Granados, Eduard Toldrà, Marcela Rodríguez, Miquel Ortega, Fernando J. Obradors y, por supuesto, Miguel Huertas, que ha sabido dar, además, la precisa y hermosa unidad musical que el espectáculo necesitaba. No pasamos por alto la ilusionada y valiosa aportación de Sonia de Munck para que este proyecto viera la luz. A ella, pues, queremos dedicar agradecidos todo el recorrido que pueda tener. Raúl Losánez.





